CONFIANZA
La pregunta se cuela como frió vientecillo desértico por el agujero en mi suéter a la altura de mi ombligo. Por mas que me aprieto contra las rodillas, me sumo el gorro hasta la nariz y hurgo en el pasado, se sigue colando; solo miro a través del tejido el sonido de un bote de cerveza rodado por fuerzas naturales, como poseído bailotea en el asfalto hasta casi hipnotizarme. Me resisto pero termino de convertirme en él, sintiendo mi envoltura metálica golpeada por la vida, mi tapa tambaleándose como en garganta, con restos de un liquido acedo circulando por las venas recuerdo la fabrica, el almacén, el camión repartidor, la tiendita del "gordo", la bolsa de hule, la hielera con cubitos acariciándome...
Un momento de gloria... su mano me toma por la garganta, hunde uno de sus dedos hasta verme sangrar tras un chasquido de dolor y éxtasis; mi otrora virginidad se va por entre sus dientes, rodea su lengua, inunda su paladar y desaparece; un poco de mi se ha ido y un poco de ella a quedado con su carmín sobre mi... me ingiere desesperada, sedienta de algo que quizás no tengo; yo solo veo sus ojos cerrar y abrir, me disfruta mientras muero, estoy abatido cual botella en alta mar con un mensaje que tal ves nunca llegara.
Un ultimo trago... por descuido me deslizo agónicamente por su mejilla, hasta su cuello -esta tan seca que me absorbe a través de la piel- ahí en ese momento final le miro por ultima ves... perfume, carmín y saliva me rodean.
He dejado de ser, para estar en todo, nada se escapa a esta percepción vacía... algo extraño paso y me lanza asustada al verse en el espejo de aluminio. Bajo la mesa lo veo todo: basura, zapatos sucios de hombres que fueron tras los árboles a orinar; medias corridas por alguna mano áspera, fricción de sexos entre las piernas, animados por el alcohol; comida pisoteada, restos de otros como yo que lloran su suerte de lata; y viento...
Amaneció, todos se han ido -¿o me fui yo?- cada pedazo de mundo cae en castillo de arena arrastrado por las olas del mar, el sol calienta mi cabeza bajo el parabrisas, retiro el gorro y observo mi rostro en el retrovisor... aun soy de aluminio.