BENDITOS



martes, octubre 26, 2004

EL NACIMIENTO

[ Y cuando empezaron los dolores de parto, se acurruco bajo el mostrador y parió allí, como hiciera ya cinco veces, y cortó con el cuchillo el cordón umbilical del recien nacido. En aquel momento, sin embargo, a causa del calor y el hedor, que ella no percibía como tales, sino como algo insoportable y enervante--como un campo de lirios o un reducido aposento demasiado lleno de narcisos--, cayó desvanecida debajo de la mesa y fue rodando hasta el centro del arroyo, donde quedó inmóvil, con el cuchillo en la mano.]
Patrick Süskind