INCERTIDUMBRE Y ESPERANZA
El monte con su oloroso pardo adormecido, sus encinas clavadas sobre la piedra tosca, sus chaparros de abrigo que alientan y cobijan animales, el tomillo a sus pies y la perdiz bravía, todos juntos acompañan mis pasos y me indican: . Como si presagiaran que vamos en tropel en la misma corriente al cielo o al desierto…< ¡Habrá sido el zumbido de un avión o el ronco bramido de una escopeta lo que rompió tu paz y altero la mirada, ya casi ciega, de la mula blanca!>, respondieron.
Alfonso Rincón
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